ULTIMAS NOTICIAS INFORMATICAS
!! ULTIMAS NOTICIAS INFORMATICAS !!











Google lleva la inteligencia artificial a los servicios de mensajería

Allo, el nuevo servicio inteligente de mensajería lanzado por Google, aspira a "matar" a sus competidores, entre ellos el WhatsApp y el Messenger de Facebook, informa Forbes. El nuevo servicio cuenta con varias características avanzadas, entre ellas propiedades de inteligencia artificial. De esta forma, Allo propondrá a los usuarios 'respuestas inteligentes' dependiendo del tema de conversación, las cuales permitirán responder sin necesidad de 'teclear' nada. El servicio no solo podrá 'entender' el propio texto de mensajes, sino que también reconocerá imágenes.

Por ejemplo, si un usuario recibe una foto con unos apetitosos tacos, el sistema le propondrá respuestas del tipo "qué rico" o "me gustan", explica Google. El gigante tecnológico promete que como toda inteligencia artificial, el Allo aprenderá con el tiempo, adaptándose al usuario y contrayendo su manera de hablar. Es decir, el servicio será capaz de darse cuenta de si el usuario prefiere responder a algo chistoso con 'lol' o con un 'jaja', por ejemplo.

Además el servicio dispondrá del asistente de Google, que permitirá buscar información, ver videos, usar traductor y organizar el trabajo y, tal vez lo más importante, aprovechar las oportunidades propuestas por diferentes aplicaciones del Google sin 'salir' de Allo. No es el primer intento de Google de entrar en el altamente competitivo campo de los servicios de mensajería, así que no se puede descartar que los usuarios se resistan a abandonar sus habituales preferencias.





Innovación en google

Ver a Sundar Pichai de Google en estos días no es lo que solía ser. No hace mucho tiempo era un director de producto, luego se convirtió en vicepresidente, el encargado de recibirte al llegar al Googleplex y quien se sentaría contigo a platicar en una de las decenas de salas de juntas anodinas.

Ahora, después de vivir uno de los ascensos más rápidos en la historia de la escalera corporativa, Pichai es CEO. Cuando llegas a su oficina, un guardia de seguridad te abre la puerta y pregunta qué es lo que se te ofrece, entonces te escolta a otro edificio, a unos 30 metros de distancia, donde recibes un gafete impreso en un quiosco conectado. Sólo entonces puedes emprender tu camino al edificio de Pichai, junto con tus chaperones asignados. Atraviesas una serie de puertas más y subes unas escaleras para llegar a una suite que es enorme, y en una tarde reciente, un tanto desolada. Hay otro guardia de seguridad sentado detrás de un escritorio, y del otro lado de una pared de cristal, dos asistentes listas para lo que se necesite. El resto de la suite ejecutiva está vacía, hay una amplia zona con sofás y sillones, y un par de estrechas salas de conferencias con sillas idénticas cuidadosamente alineadas en torno a largas mesas rectangulares .

La amplia pero poco llamativa oficina de Pichai se encuentra detrás de las dos asistentes. Es una característica estándar de Silicon Valley, un escritorio moderno, un sofá y un par de sillas alrededor de una mesa de café, algunas chucherías y una pared de cristal que permite ver las copas de algunos árboles. Pero Pichai parece no haber cambiado: permanece imperturbable, discreto y cortés. Estamos a cinco días antes de que se suba al escenario de la conferencia anual para desarrolladores de su compañía, Google I/O, su mayor acto público. Será la primera I/O de Pichai desde que se convirtió en CEO el año pasado, cuando Larry Page reorganizó la compañía en Alphabet. Y es la primera que tendrá lugar en el Anfiteatro Shoreline, un escenario para conciertos de rock a unos metros de la oficina del Pichai, en vez de en alguna sede solemne de San Francisco, como en años pasados. “Yo quería crear un sentido de comunidad, que fuera más informal, hacerla más cercana a la forma como Google trabaja todos los días”, dice Pichai. Hablando en voz baja con su acento del sur de la India, Pichai Parries esquiva preguntas con su calma y aplomo característicos. Él no es un hombre estridente. Así que su emoción por lo que Google presentará –en lo que la empresa se está convirtiendo– está enmascarado por sus largas, sinuosas y reflexivas respuestas, siempre ricas en contexto de la evolución de la informática, la historia de Google y lo que los usuarios esperan. En medio de todo esto, es lo suficientemente elegante para reconocer los avances de sus rivales, como Amazon, cuya bocina inteligente Echo es definida por él como una “nueva categoría emocionante” de productos. Ésos son probablemente buenos rasgos a tener ahora que Pichai está a punto de llevar a Google hacia aguas desconocidas. La compañía inició y alcanzó un éxito fenomenal en el internet de la era de la PC, y después de mucha incertidumbre navegó la transición al móvil con éxito. Ahora podemos estar a punto de atestiguar lo que podría ser otro cambio trascendental en la informática, que podría hacer mella al poder de las aplicaciones y hacer que nuestras interacciones con los servicios digitales sean más, bueno, interactivas.





Experto asegura que la inteligencia artificial alcanzará a la humana en 2029

El profesor de la Singularity University José Luis Cordeiro, está convencido de que para 2029 la inteligencia artificial alcanzará a la humana y de ahí a la singularidad tecnológica faltará poco. En la Singularity University, que impulsan entre otros la NASA, Google, Cisco o Genentech, conviven tecnologías que producen, a partes iguales, esperanza y miedo a lo desconocido. Es el caso de máquinas capaces de "evolucionar". La singularidad tecnológica es una hipótesis que pronostica que llegará un momento en el que la inteligencia artificial será capaz de auto-mejorarse recursivamente. En teoría, las máquinas serán capaces de crear otras máquinas aún más inteligentes, hito que derivaría en una inteligencia muy superior a la humana y, lo que resulta más chocante, fuera de nuestro control.

La palabra singularidad fue tomada de la astrofísica: un punto en el espacio-tiempo --por ejemplo, dentro de un agujero negro-- en la que no se aplican las reglas de la física ordinaria. Fue asociada a la explosión de la inteligencia artificial durante la década de 1980 por el novelista de ciencia ficción Vernor Vinge. En un simposio de la NASA en 1993, Vinge pronosticó que en 30 años existirían los medios tecnológicos para crear inteligencia sobrehumana. Además, aseguró que, poco después, llegaría el fin de la era humana. Cordeiro es discípulo del doctor Ray Kurzweil --cofundador y director de la Singularity University y uno de sus principales profesores--. En su último viaje a España ha dado múltiples charlas y conferencias, divulgando algunos de los avances con los que convive cada día en la sede donde da clases, el centro Ames de la NASA en Mountain View, California. Cordeiro está convencido que para 2029 la inteligencia artificial alcanzará a la humana y de ahí a la singularidad faltará poco. De hecho, según ha indicado, en los próximos 20 años habrá más cambios que en los últimos 2 milenios. A su juicio, la tecnología es mucho más rápida que el cerebro --una calculadora multiplica números de 5 cifras en décimas de segundo--, pero funciona de forma distinta, por ejemplo, no ha alcanzado el nivel de conexiones equivalente al que tienen las neuronas en un cerebro humano. Sin embargo, si la velocidad exponencial de la ley de Moore no se detiene y siguen avanzando las investigaciones de redes neuronales de gigantes como Google, para 2029 el grado de integración de la tecnología permitirá generar un equipo tan potente y complejo como un cerebro. Y mucho más rápido. Según opina Manuel Monterrubio, Ingeniero en Informática por la UPM y CEO de la compañía especializada en transformación digital EXEVI, a lo largo de la historia del ser humano, algunos avances tecnológicos han provocado temor. "El miedo a lo nuevo y lo desconocido es comprensible, sin embargo todas las tecnologías pueden usarse para el bien o para el mal, como puede usarse el fuego para calentar y cocinar alimentos, o para quemar a la gente", ha apuntado. En el caso de la singularidad, el experto ha indicado que parece claro que hay que ser cautos, regulando su desarrollo pero sin limitarlo y, sobre todo, tratando de que esas futuras inteligencias artificiales aprendan de los valores éticos y morales, así como de los errores y aciertos de la especie.




TPU, el cerebro de la Inteligencia artificial de Google

Google ha desvelado esta semana el hardware principal que hace posible que muchos de sus servicios puedan contar con funciones de aprendizaje automático. Se trata de Tensor Processing Unit (TPU), un procesador ASIC (circuito integrado específico) desarrollado a lo largo de varios años, habiéndose comenzado su desarrollo inicialmente de modo experimental con el que se buscaba conocer hasta qué punto podrían alcanzar sus aceleradores personalizados para las aplicaciones de aprendizaje automático.

Google apuntó a que TPU se centra específicamente para el aprendizaje automático y se encuentra optimizado para TensorFlow. Además, TPU cuenta con un rendimiento optimizado que le permite realizar un mayor nivel de operaciones pudiendo usar un número reducido de transistores en cada operación, pudiendo ser empleado en máquinas de aprendizaje automático más sofisticadas. Google ya lleva más de un año usando procesadores TPU en sus centros de datos, usándose en servicios conocidos como Street View, búsquedas por voz, respuestas inteligentes en Inbox, entre otros. Hoy, gracias a recode, conocemos otros detalles del procesador TPU.

Entre otros aspectos, TPU puede ejecutar otros códigos de software de inteligencia artificial aunque no esté optimizado para ellos, ofrece la suficiente flexibilidad a los cambios de software, pueden unirse varios de estos procesadores en un mismo sistema para trabajar conjuntamente, como ya se hiciera en las competiciones con AlphaGo, además de tener su memoria integrada en el propio disipador y que su placa se conectará en las ranuras PCI-e de los servidores, motivo por el cual se encontrará más cerca de los discos duros que de las propias CPUs.




Sony también quiere una porción de la torta de la inteligencia artificial

Sony anunció este miércoles que invertirá en Cogitai, una compañía estadounidense creada recientemente. El objetivo de la inversión, informa Efe, es desarrollar una inteligencia artificial que muestre necesidad continua de aprender para aplicarla después a la electrónica de consumo. Según los medios de comunicación nipones especializados en economía, Sony acordó la adquisición de casi un 20% de Cogitai, aunque no se conoce la cantidad del monto pagado. Poseer esta parte de la compañía permitirá a Sony comercializar nuevos productos que serán capaces de aprender por sí mismos dentro de unos tres años.

La alianza entre Sony y Cogitai busca desarrollar tecnología de inteligencia artificial para aplicarse a distintas máquinas. La idea es que estas aprendan de manera constante y autónoma “mediante la interacción con el mundo real”, lo que permitiría que los “objetos del día a día estén más capacitados y sean más prácticos e inteligentes”, según un comunicado de Sony. Como ejemplo de esta tecnología, Efe sugiere una cámara fotográfica que “con el tiempo sea capaz de sugerir soluciones prácticas y a la vez sorprendentes al fotógrafo que la utiliza para intentar satisfacer sus gustos estéticos”.

Aprendizaje profundo

Tanto Sony como Cogitai creen que las limitaciones que tiene la inteligencia artificial en la actualidad podrían ser superadas mediante el llamado “aprendizaje por refuerzo” y el “aprendizaje profundo”. El de refuerzo fue desarrollado en la década de 1980, a raíz de las teorías de la psicología conductista, y permite que un sistema complejo tome decisiones. El profundo se encarga de brindarle autonomía a las máquinas para que estas aprendan. Sony llegó a ser pionera en inteligencia artificial, pero decidió cerrar su rama de robótica en 2006. Uno de los últimos productos de IA que lanzó fue el “perro robot” Aibo.


INICIO- SERVIVIOS- CONCTACTOS -leo-199x@hotmail.com
@ copyright 20166